Esta es otras de las leyes espirituales del éxito que más presente debemos tener en nuestro día a día. La mejor manera de poner esta ley en acción es a través de la aceptación, tanto de personas, situaciones como de eventos, y de vivir el ahora sin manipularlo para que sea como creemos. Porque este momento es todo lo que tenemos.
Utilizar esta ley es asumir la responsabilidad de todo lo que sucede en nuestra vida, sin culpar a nadie. No somos las víctimas de nuestra historia, sino los creadores de nuestra vida.
La inteligencia de la naturaleza funciona con facilidad sin esfuerzo, con despreocupación, armonía y amor. Y cuando aprovechamos las fuerzas de la armonía, la alegría y el amor, creamos el éxito y la buena fortuna con facilidad.
“Los seres humanos tenemos una notable capacidad para adaptarnos a las circunstancias externas. Como dijo Darwin, el factor más importante para la supervivencia no es la inteligencia ni la fortaleza, sino la adaptabilidad”
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