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Todos los días, tenemos la oportunidad de ofrecer regalos al mundo y también de recibirlos, porque el universo opera a través de un intercambio dinámico. Esto puede ser tan simple como ofrecer un cumplido a un extraño. De algún modo, un gesto de similar recibiremos a lo largo del día.
toda relación es una relación de dar y recibir, porque el dar engendra el recibir y el recibir, el dar. Ambos son aspectos distintos del flujo de la energía del universo. Ahora bien, si obstaculizamos alguno de los dos, impedimos el flujo de la inteligencia de la naturaleza.
Esta ley remarca la simplicidad de la abundancia que está presente en la salud, la alegría, el amor o la opulencia. Lo que le damos al universo regresa de la misma manera. Así, cambiar nuestra percepción y nuestra actitud crea abundancia y expansión en el mundo.
La mejor manera de poner en práctica esta ley es decidir dar algo a cada persona con la que nos encontremos. No es necesario que sean cosas materiales, un simple gesto o unas palabras pueden ser suficientes.
“Incluso las situaciones difíciles crean una oportunidad para aprender y crecer”
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